17 octubre, 2024

Por Giancarlo Silva Gómez

Los municipios de la banda oriental son tierra fértil para grandes músicos. Sin caer en la imprecisión de mencionar algunos de ellos en detrimento del olvido de otros, puedo decir ocn certeza que, de los procesos culturales, en especial los de las casas de la cultura y conexos, han germinado frutos exitosos y de mucha valía

Por ello no es de extrañarnos la gran cantidad de agrupaciones, de bandas y orquestas, así como de músicos acompañando artistas de corte internacional en distintos eventos del país, e incluso, allende los mares. Influenciados por el medio y nuestro entorno caribe, la mayoría de ellos están inmersos en la música tropical en sus distintas vertientes.

Insisto, si acometiera un listado de estos músicos, virtuosos y talentosos, reconocidos y abnegados, necesito varias páginas de este medio para aproximarme a un total. Esa no es mi tarea porque todos los conocen y respetan por doquier

Pero en Sabanagrande hay un rara avis in Terris. No le es ajena la música tropical y se tira al hombro una que otra champeta y urbana, pero es un llanero solitario del rock. Y rock del bueno.

Su nombre es Fabián Cantillo Ramírez, pero quienes le conocemos y seguimos en el medio artístico lo conocemos como el “fabi wah”. Es un rockero de vocación y estilo de vida. Destila la irreverencia y desparpajo, la pinta y ademanes contestarios de este género, sea en su modalidad anglo o aquella en español de la cual es adepto.

Seguidor de Caifanes, Toreros muertos, soda stereo, fabulosos Cadillacs, Miguel Mateos, su majestad Fito Paez, entre otros grandes del rock en español, en especial de los argentinos, de los cuales bebió de la fuente en una temporada en que vivió en el país gaucho. Pocos saben los enciclopédico que puede ser hablar con este mancito sobre la buena música de los 80 y 90.

Lanza sencillos cada vez que la locura le embarga los sesos, en una especie de búsqueda de un estilo propio y de sonoridad especial. Se precia de una voz intermedia, por momentos de barítono, que acompaña con una buena guitarra. El man se trae su estilacho propio.

Es un llanero solitario que se carga la historia de un género vilipendiado por el conservadurismo y los buenos modales, que se resiste a dejar a un lado su pasión por la guitarra y la batería que le influenció y que marcó la adolescencia de quienes crecimos con bon jovi, vilma palma, system of a down, los de adentro y otros, retumbando en las cabezas.

No tengo dinero para apoyar su proyecto de vida y arte, pero cada vez que promociona sus canciones las comparto a la espera de ese apoyo básico de los amantes de la buena música.en estos días promociona su cover “fuego” y los invito a escuharlo. Le dedico estas líneas para que unos pocos más le conozcan y tengan en el radar este músico singular de la región.Solo a guisa de recorderis: del rock, solo de este género perfecto y repleto de simbolismos, salió el único músico y compositor ganador de un Nobel de literatura, Bob Dylan.

Le deseo suerte al fabi Su mercado no es enorme; es un nicho de nostálgicos que todavía movemos las cabezas calvas al ritmo de un buen rock bien ejecutado y ojalá encuentre oportunidades en un medio reservado para los músicos tropicales. Siempre habrá espacio para el buen rock.

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