Sayco hará pagar a cantantes que hagan conciertos virtuales
Un nuevo motivo de discordia estalló hace algunos días entre los empresarios de conciertos y Sayco: la publicación de una tarifario virtual que regula las presentaciones de artistas a través de plataformas que no están licenciadas en internet y que se dio a conocer en pleno aislamiento social, cuando los eventos públicos están prohibidos y lo digital parece ser la única opción.
En términos prácticos, cualquier evento o presentación, sea con cobro o gratuita para el público, deberá aportar un porcentaje de su recaudo a la sociedad de autores, tal como sucede con los espectáculos presenciales.
Cabe aclarar, eso sí, que no se les cobrará a los músicos que interpreten sus propias canciones en sus sitios, y que las tarifas no aplican a plataformas como YouTube, Instagram o cualquiera de las de ‘streaming’ musical (Spotify, Deezer, Apple Music, Claro Música), ya cubiertas por LatinAutor.
“Un evento no licenciado es que Páramo u Ocesa, por ejemplo, organicen un festival en su página web. Para eso es el nuevo tarifario, que es legal, regular, bajo los estándares de la ley de derecho de autor y de las normatividades internacionales”, explica Catalina Santa, abogada especialista en derechos de autor.
El documento causó malestar entre los organizadores de conciertos y festivales, sobre todo por el precio que deberán cancelar, a su parecer muy alto para un evento que no cumple con la experiencia de algo presencial.
“Lo que estamos exigiendo desde Asocespro es que Sayco tuvo un incremento en las tarifas, que nadie lo justifica ni nadie avala. Es decir, las tarifas estaban establecidas para los conciertos y plataformas digitales de un 3 por ciento. Cuando sucede todo el tema de la pandemia y que nos tocó reinventarnos en el tema digital, Sayco subió las tarifas de un 7,5 a un 12,5 por ciento”, asegura Allan Acosta, vocero de Asocespro, la Asociación Colombiana de Productores de Espectáculos.
Camilo Parra, cabeza de otra empresa que ha organizado los conciertos en Colombia de Lenny Kravitz, Primus, Offspring, Marco Antonio Solis y Matisyahu, agrega que “ante este panorama, no creo que los empresarios se animen a organizar conciertos o festivales (…) No estoy de acuerdo con el cobro porque estamos afrontando una crisis mayúscula con el coronavirus”.
Por su parte, en un llamado a la socialización, Rafael Manjarrez, vicepresidente de Sayco y miembro de la junta directiva de la entidad, dijo que “hay que flexibilizar las tarifas responsablemente, porque Sayco tiene una carga financiera de 4.000 socios a los que beneficia mensualmente. De lo contrario se pone en riesgo la existencia de una sociedad”.
Sobre la polémica, la Dirección Nacional de Derecho de Autor, entidad adscrita al Ministerio del Interior, en cabeza de Carolina Romero, aseguró que el cobro de Sayco por usos digitales no es nuevo y que es flexible, ya que se pueden negociar con esa organización las tarifas de los conciertos por ‘streaming’, que no son fijas.
“La misma ley establece un mecanismo de concertación obligatoria en donde las partes se sientan y precisamente determinan las posibilidades que tienen para llegar a un acuerdo sobre las tarifas”, dijo en una charla con La W.
Santa –abogada que ha trabajado con todas las partes del negocio musical: autores, empresarios y hasta con Sayco– ve con buenos ojos la creación de tarifario porque “ayuda a que Sayco no cobre al ojo, sino que hay una regulación homogénea. Igual esas tarifas son negociables por ley -todas las tarifas de gestión colectiva son negociables con el usuario-, lo que pasa es que las sociedades están obligadas a explicar sus criterios de cobro en un tarifario.
Tomado de El Tiempo.com