Polarización o Manipulación
Con una no disimulada pretensión de crear una corriente de opinión adversa a la crítica y a
la visión alternativa sobre la política gubernamental, algunos medios de comunicación y programas proclives a la misma (Blu Radio, por ej;) y ahora el presidente del senado, Arturo Char, hacen algarabía, gritando contra la polarización. Pretenden hacer
reduccionismo o generar unanimismo alrededor del gobierno Duque. Pero ¿Cuál sería el punto concéntrico aglutinador de voluntades por encima de las diferencias ideológicas y partidistas o el punto obliterador de los hechos tozudos de las necesidades básicas insatisfechas (N.B.I) de la mayoría de la población, sobretodo bajo pandemia? ¿O por
encima de las prácticas políticas perversas de clientelismo y corrupción? ¿O por encima del
obstinado anclaje contra los acuerdos de paz, la J.E.P y los derechos de las víctimas del conflicto armado, los líderes sociales y los excombatientes? En la realidad natural y social existen los polos; y sólo es posible aproximarlos al centro mediante consenso y acuerdo sobre lo fundamental, como dijera Alvaro Gomez; no basta la retórica vacía del presidente
en pantalla ni la verborragia o verborrea de los áulicos del poder de quien pretende, tras bambalinas en tiempos de pandemia, coronarse como monarca absoluto. No puede superarse la polarización mientras desde el polo gubernamental se mantengan posiciones irreductibles o inamovibles frente a problemas fundamentales, como el de la
implementación de los acuerdos de paz, el uso del fracking o la separación de los poderes públicos. Lo demás, pura retórica.