LOS VALORES POLÍTICOS
La política no se reduce a una mera técnica del poder o una ciencia del Estado, sino que comporta un conjunto de exigencias y valores centrados en la realización de la persona en su dimensión individual y social. La Política no puede pensarse ni hacerse, si no es a través de la comunidad; para los griegos del siglo V adc, sobre todo los atenienses la política la practicaron en su vida diaria, en su cotidianidad. La Política era simplemente participar en los asuntos comunes del transcurrir de los días.
La valiosa Teoría Política esclavista que limitó a la comunidad de los Helenos libres, hoy debe ser ampliada a todas las comunidades internacionales, sin exclusión de ningún tipo de sectarismos.
Una adecuada politización debe comenzar por ser una clasificación, una toma de conciencia del carácter social, relacional de la vida humana. La educación en este sentido debe tener como prioridad, la función social de la política, debe redescubrir la dimensión de los otros como coparticipes de nuestro estar en el mundo. En la base de la apatía política se encuentra muchas veces una deficiente o nula formación social y humanística, que impide la comprensión de los soportes profundos de la misma dimensión concreta de la técnica y de la ciencia.
En forma negativa podemos afirmar que una sociedad donde predomina la injusticia, la explotación y la represión, no puede proclamarse la presencia autentica de la libertad; mientras existan grandes sectores de la población que carezca de las necesidades básicas satisfechas mínimamente, no puede existir realmente libertad, ¡libertad de morir de hambre! frente a esta dura realidad.
Hablaríamos entonces, de la verdadera libertad política, cuando tenemos como prioridad el bien común, cualquier causa política buscara siempre la libertad como justificación de su acción, la libertad en este sentido se enriquece en la medida en que se constituye en el criterio supremo de la misma lucha liberadora, pero, mientras exista la opresión y la injusticia social, el Reino de la Libertad seguirá siendo una utopía. Si logramos entender por libertad política la lucha por la transformación de la calidad de vida en una sociedad, sobre todo para la juventud, ya que la ideología produce cambios y ayuda a construir causas políticas por el bien común.