Lo adictivo de Drea, una cantante con raíces tomasinas.
Por Félix R. Pizarro S.
Drea es una cantante a quien basta escuchar una sola vez para ser capturado por su bella voz que se nos adentra a través de los sentidos para producirnos una extraña forma de éxtasis. Drea encarna una especie de adicción a sus encantos artísticos coincidentes con su más reciente trabajo titulado “Adictivo”, hermosa joya de la interpretación sonora, que incluye un contenido literal referido a esa inmemorial y eterna práctica humana reconocida como el más sano y disfrutable de los vicios: el vicio del amor. La canción es un llamado a vivir en paz, aún dentro de las diferencias propias de la relación de pareja. Y aunque no se sepa adónde se va a parar y aunque “pase lo que pase”, se corre el riesgo de amar sin medir las consecuencias porque ¿qué importa si “como un carrusel me tiene dando vueltas sin sentido” y si “los besos más ricos son los prohibidos”, si podemos gozar del amor? El amor es la matriz de la que nace “Adictivo”.
Drea, hija de padres tomasinos, se abre paso en la difícil pista del arte musical. A ella le auguramos grandes éxitos y la vemos como una de las figuras colombianas más destacadas, a nivel nacional e internacional, dentro de muy poco tiempo. Felicitaciones para Drea y para sus progenitores.