En el barrio La Felicidad de Santo Tomás reina la tristeza por muerte de médico a causa de COVID-19
La calle de La Felicidad o El Avispero, como se le conoce, sus habitantes estaban esperando una Navidad esplendorosa y de mucha alegría como se venía haciendo en años anteriores, pero en esta ocasión la tristeza los embarga y nadie se sentará en las puertas de las casas esperando el nacimiento del Niño Dios y preparándose para la llegada del Año Nuevo.
El motivo, es de mucha tristeza. Uno de los jóvenes y habitante de ese populoso sector falleció a consecuencia de la terrible pandemia del coronavirus, hecho que se presentó este miércoles 23 de diciembre a las 7:00 de la noche en un hospital de Cartagena.
Orlando Rafael Salas Gutiérrez, médico de profesión, egresado de la Universidad Metropolitana de Barraquilla, es de la persona que hablamos. Un joven de 36 años, nacido en el año de 1983, en el hogar formado por Orlando Salas Pérez y Yaneth Gutiérrez Muñoz. Era el último de tres hermanos, Miguel Antonio y Lilia Aminta Salas Gutiérrez. Su lugar de residencia en Santo Tomás era la calle 2A No. 9-49.
Este excelente médico tomasino cursó sus estudios de primaria en la Escuela ubicada frente a Telecom y su bachillerato lo adelantó en la Institución Educativa Colegio Oriental de Santo Tomás, culminando esta primera etapa en el año 2001 y luego se matriculó en la Universidad Metropolitana de Barranquilla, donde terminó en el 2010.
Es de anotar, que la muerte de Orlando tiene que ver con el fallecimiento de otro médico de Palmar de Varela, Manuel Fortunato Charris Hernández, quién con el anterior, también terminó sus estudios de bachillerato en el mismo plantel y el primero de ellos cumplía años el 6 de febrero y el segundo el 7 del mismo mes y año. Consecuencias de la vida, debido a que Charris Hernández también falleció hace 5 días en una clínica de Medellín y habían terminado en la misma universidad.
Hoy en la mañana, en medio de una gran tristeza, desde luego por ser su hijo, dialogamos con Yaneth Gutiérrez su madre y quien describió a esta persona por ser un joven jocoso, amigable y que muchos tomasinos se morían por su amistad, hombres y mujeres ya que era una persona sencilla y carismática.
Cuenta Yaneth que al terminar sus estudios profesionales le manifestó que quería hacer el año rural en Leticia, departamento del Amazonas y con la colaboración de Luz Estela Sarmiento consiguió su objetivo y se fue a esa lejana ciudad, donde de la misma manera tuvo mucha empatía con esa comunidad.
Cuenta su progenitora que en varias ocasiones le pidió que regresara al departamento del Atlántico, pero sin embargo estando en Leticia se conoció con la Contadora Pública de nombre Katiusca, de quien se enamoró y un año después se casaron, de cuya unión queda una niña de 6 años.
Esta joven es de Cartagena, lo convenció y se trasladaron a la capital del departamento de Bolívar, donde de inmediato Orlando consiguió trabajo en el Hospital Materno y en una clínica privada, precisamente por sus grandes capacidades como médico.
Cuenta Yaneth, que sobre el contagio esto fue el 4 de diciembre cuando sintió un malestar, se hizo la prueba, saliendo positivo, pero sin mayores secuelas, empezó a tratarse y uno de los resultados fue que tenía una neumonía silenciosa, luego entró en una etapa de asfixia, el mismo se internó, permaneciendo en UCI 8 días, hasta este 23 de diciembre cuando falleció.
Su madre manifestó que están a la espera de la llegada del cadáver de Cartagena que podría ser en la tarde de hoy, para lo cual las instrucciones que hay es que tiene que sepultarlo de inmediato en el Cementerio Municipal de Santo Tomás.
Sus amigos
Uno de los amigos con quien dialogamos en la mañana de hoy fue Nadim Barros Hassan, quien señaló que la amistad con Orlando era desde niño, por ser vecinos. Manifestó que era una persona muy querida en el sector, gran amigo y en su cumpleaños tenía un día de diferencia con el otro médico fallecido de Palmar de Varela, Manuel Fortunato Charris.
Cuenta Barros Hassan que su amistad “fue de la calle, del barrio y era una amistad de hermanos, jugábamos fútbol, íbamos a la finca, estuvimos en cacería, especialmente de iguanas, de vez en cuando departíamos en reunión. Tenía un comportamiento excelente, buen estudiante y un excelente médico y no esperábamos la muerte tan tempranera de Orlando, siendo una persona tan joven y con un futuro por delante”.
El joven hizo una reflexión sobre el virus, señalando “sobre la pandemia hay que cuidarse mucho y tomar todas las precauciones del caso”.