Drama en el campo: no hay quién compre y las cosechas se pierden
El sector agropecuario no ha sido inmune a los efectos negativos de la pandemia por el nuevo coronavirus. Si bien es una de las áreas autorizadas que se ha mantenido activa pese al aislamiento obligatorio y uno de los grandes motores para la economía, factores como la sequía en algunas regiones o que la oferta es mayor a la demanda generan aprietos entre los cultivadores.
Aunque no hay consolidados oficiales de la cosecha que se está perdiendo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó una encuesta en la cual unos 1.086 productores del país hablan de las dificultades que han tenido en épocas de pandemia.
En los resultados, según la FAO, el 87 por ciento de los productores consultados manifiestan que han tenido dificultades. El sondeo fue realizado en 20 departamentos del país.
“El cierre de canales como los restaurantes, asaderos, corrientazos, colegios o universidades también les pasó una cuenta de cobro a nuestros productores”, añadió Bedoya, quien manifestó ante la comisión primera del Senado que la situación pone en dificultades a los pequeños cultivadores y deja en evidencia, una vez más, los obstáculos para sacar alimentos por falta de buenas vías terciarias.
“Se perdió la pera. Ahora nos da nostalgia que pase lo mismo con la manzana. No nos da costo de recolección; el producto está barato y no hay quién lo compre”, explicó Julio.
“Ha sido un cuello de botella el tema de Corabastos (uno de los principales focos de Covid-19), a los transportadores les da miedo llevar productos y se pierde lo poco que se hace en el campo”, manifestó Julio.
Nariño es otra de las despensas del país donde los productores han señalado que entraron en crisis. Allí los campesinos con cultivos frutales, de café, flores y, sobre todo, de papa también manifestaron que están vendiendo por debajo de los costos de producción al no tener compradores.
Chamorro estimó que cerca del 20 por ciento de los alimentos se está vendiendo por debajo del valor y que abril fue un mes dificultoso para los campesinos de Nariño, teniendo en cuenta que se terminó perdiendo siembra, situación que de a poco, con la reactivación económica, se intenta superar.
El tema se replica en los cultivos de uvas, papayas y otras frutas en el Valle del Cauca. William Palomino, alcalde de La Unión, indicó que la oferta es mucho más alta que la demanda, situación que repercute en que los precios de los productos disminuyan.
“Los agricultores hoy están trabajando a pérdidas”, manifestó este mandatario.
En el Valle preocupa, además, que no hay producción de nuevas siembras, como informó Andrés Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del departamento. El dirigente sumó que esta dificultad obedece a que no hay dinero para cosechas ni mano de obra para llevarlas a cabo.
Sequía, otro enemigo
El sol es otro enemigo implacable que han tenido los cultivadores por estas épocas. En los municipios de Polonuevo, Baranoa, Piojo o Tubará, en Atlántico, la sequía está generando grandes pérdidas a agricultores y ganaderos de esta región.
“Las lluvias de abril no llegaron y el campo está seco”, señaló Óscar González, empresario del sector, quien calificó la situación como desastrosa y aseguró que ya no hubo tiempo para las cosechas.
“Los campesinos se quedaron esperando con las semillas”, dijo.
En el Atlántico se estima que hay 14.000 hectáreas de tierras cultivables, en las cuales se produce maíz, ahuyama, melón, patilla y yuca, aprovechando las lluvias de abril, para recoger en agosto, pero este año no hubo cosecha por la falta de agua.
Esta situación podría generar carestía en los alimentos en los próximos meses debido a que no habría producción.
Los ganaderos también están preocupados por la baja producción de leche y queso. Las 250.000 cabezas de ganado de los hatos del departamento han perdido peso por falta de pasto y agua. El presidente de Asoganorte, Julian Saade, aseguró que el sector está siendo golpeado por el verano, generando una reducción hasta del 50 por ciento en la producción.
“La producción de leche es de hasta 120.000 litros diarios, hoy si acaso estamos alcanzando los 40.000 litros al día”, lamentó Saade.