21 noviembre, 2024

Da Vinci y el desarrollo tecnológico

Por Daniel J. Charris Granados.

No resulta descabellado decir en estos días, cuando ya avanza a pasos agigantados el siglo veintiuno que varios de los avances tecnológicos e inventos actuales fueron craneados, esbozados y propuestos siglos atrás.

Leonardo di ser Piero da Vinci, mejor conocido como Leonardo da Vinci o simplemente Leonardo, nació en la provincia de Anchiano, República de Florencia el 15 de abril de 1452, y murió a los 67 años el 2 de mayo de 1519 en el Castillo de Clos-Lucé en Francia.  Prodigiosa polímata, es el arquetipo del Uomo Universale, quien aparte de su obra pictórica, tan espléndida y exquisita como escasa, también incursionó en conocimientos de aerodinámica, hidráulica, anatomía humana y comparada, botánica, escultura, arquitectura, paleontología, ingeniería, música, urbanística, óptica, y poesía entre otras. Su formación inicial estuvo a cargo del maestro florentino Andrea Verrocchio quien lo acogió en su taller muy niño, y ya siendo un joven, participó en la famosa obra El Bautismo de Cristo pintando el angel a la izquierda del cuadro con una inigualable exquisitez que su maestro al verlo no volvió a pintar nunca más porque consideró que había sido superado por su discípulo.

Un campo muy destacado de Leonardo es su faceta de ingeniero e inventor basándose en una profunda observación del entorno, lo que lo conllevaría al estudio de la filosofía natural que era como se llamaba a la ciencia en esos días ya que la palabra inglesa Scientist solo se acuñó hasta 1840. De sus inventos más geniales algunos no pasaron de los planos, pero marcaron la pauta para nuestros tiempos como el Ornitóptero o máquina voladora con diseños de alas basadas en la dinámica del vuelo de las aves y que marca la base para el desarrollo de aeronaves de ala fija.

El Tornillo aéreo, precursor del helicóptero moderno, fue esbozado como un ala helicolidal que comprimía el aire para poder volar.

El Paracaídas, según Leonardo, “si un hombre tiene una tienda de lino cuyas aberturas han sido tapadas con doce braccia (23 pies) de ancho y doce de profundidad, podrá arrojarse desde cualquier gran altura sin sufrir daño alguno”.

El Mortero de treinta y tres cañones, era un arma de cañones múltiples, que disparaba serialmente y sin interrupción, es el antecesor de las modernas ametralladoras de cañones rotativos.

La Ballesta gigante, un arma de veinticinco metros de largo montada en seis ruedas y que con su sola presencia persuadía cualquier ejército. Igualmente diseñó un “Vehículo Blindado” que sería la base de los modernos y letales tanques de guerra.

En su estancia en Venecia hacia el año 1500 creó un Equipo de Buceo que consistía en un reservorio tipo bolsa para la cabeza del buceador con dos cañas que conducían a una campana de corcho flotante que serviría para respirar bajo el agua.

Por encargo del Duque Sforza, para uso militar, Leonardo diseñó el Puente Giratorio, el cual podía transportarse y a la vez balancearse sobre una orilla a otra de un río o fosa para el paso de la tropa sin problemas. También concibió el diseño de la Grúa Giratoria, que no solo elevaba la carga, sino que la podía transportar de un punto a otro.

Si bien no fue Leonardo quien invento el reloj, sí perfeccionó los modelos ya existentes agregando separadamente mecanismos para horas y minutos.

Sea como fuere, Leonardo, el genio florentino del renacimiento, contribuyó de manera notable al desarrollo tecnológico de elementos actuales basado en su capacidad de observar metódicamente la naturaleza tratando de comprender el porqué de las cosas, todo esto alimentado por su inigualable espíritu creativo, situación que le valió no pocas críticas en su entorno, pero que lo conllevaría a ser una de las figuras más importantes de la historia de la humanidad.

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