Cualquier cosa puede pasar en santo Tomás
A dos meses exactos de la elección del alcalde o la alcaldesa y los concejales de nuestro municipio nada está escrito. Nadie tiene una ventaja clara en Santo Tomás. Los nueve candidatos salen a la calle a diario a luchar voto por voto, sector por sector, pero en un esfuerzo que más parece un carnaval de camisas, banderas y tambores y que poco tiene de propuestas y soluciones.
Y el tema tampoco es de extremos: no es un tema de derecha e izquierda, de corruptos e impolutos, de demagogos y populistas, no. Si la cuerda se tensiona, se rompe. Las desventajas se han vuelto un reto para los candidatos con menos opciones. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Los indecisos siguen siendo la gran mayoría, quizás por el descontento o quizás por el hastío, pero en últimas están llamados a votar de manera informada y evitar que sean los votos de afuera quienes decidan. Las alianzas no convencen, y en algunos casos, alejan al elector. La máxima política según la cual 1+1 no es igual a 2, se entiende a pulso; en este debate 1+1 puede ser incluso igual a cero.
Tensionar entre 2 fuerzas que tenían una aparente ventaja en los sondeos no funcionó. La ciudadanía se siente en una olla de presión y su válvula será quien traiga otro mensaje más directo y claro. Ganar votos a fuerza de mentiras, presiones y encuestas falsas no es el camino. Las redes sociales filtran los mensajes y en tiempo real nos dicen si es verdadero o falso lo que nos dicen.
Esperamos, desde este medio y en general desde la comunidad en pleno, que el debate se brinde en debates públicos y masivos, con las acciones comunales y fuerzas vivas del municipio, y se dejen de lado los memes y perfiles falsos que despistan y alejan al votante. Se gana más hablando de sí mismo que de los otros.
Esperamos mensajes distintos y que respondan al talante de los habitantes de un municipio plagado de profesionales; esperamos mesura y sana discusión; esperamos que los intereses comunes de los habitantes de Santo Tomás estén por encima de los intereses grupales o personales de los candidatos.