¿Acabará la violencia y sufrimiento en nuestro país?
Colombia, un país donde en su diario vivir la violencia es el claro ejemplo de que estamos acostumbrados al sufrimiento, al dolor y sobre todo a las pérdidas familiares. Diariamente nuestro país es víctima de asesinatos, secuestros y de atentados tanto a la población como a personas importantes e influyentes dentro de la política y el desarrollo social y económico. Es más, nos podemos remontar a varios años atrás cuando podemos observar el historial sangriento de nuestro territorio como lo fueron los asesinatos de Luis Carlos Galán y Jaime Garzón, entre otros personajes influyentes que querían realizar grandes cambios dentro de la sociedad.
Podemos darnos cuenta de que Colombia ha estado sumida y doblegada por la violencia durante más de medio siglo, con un conflicto armado interno dejando unas consecuencias gravísimas al país; el primer paso para que esto cambiara empezó el día 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena, donde, después de muchos diálogos se llegó a un consenso, firmándose de esta manera un acuerdo paz entre la FARC-EP (actualmente extintas) y el gobierno nacional, en cabeza del mandatario de ese momento, Santos.
Antes de que diera ese acuerdo, las consecuencias de la guerra eran totalmente devastadoras y abrumadoras ya que ese grupo insurgente hizo ver la guerra como algo que nunca iba a tener fin. La mayoría de las personas que se encontraban luchando en dicho conflicto ni siquiera sabían porque lo hacían, o aquellas personas que fueron desplazadas no entendían porque ellos eran ese daño colateral de algo en lo que no eran culpables. Dentro de estas confrontaciones muchas personas fueron víctimas de secuestros, desapariciones y asesinatos dando como saldo una cifra exorbitante de desplazados en este interregno.
Ya han pasado 6 años desde que el estado colombiano firmó el acuerdo de paz con las FARC-EP, pero aún existe un poco de descontento y decepción por la forma en la que la tan anhelada paz se ha materializado en la sociedad colombiana; es aquí entonces cuando nos podemos dar cuenta que la firma de ese acuerdo de paz en 2016 fue simplemente un atisbo de la gran lucha que diariamente se tiene que concretar para lograr la paz que tanto quiere nuestro país dolido y cansado de tanta violencia.
Ahora bien, se supone que la firma de ese acuerdo debió mejorar las condiciones violentas en la que estaba sumida Colombia, pero sucedió todo lo contrario. Ante la desaparición y desmovilización de las FARC-EP, las actividades antes realizadas por ellos pasaron a manos de otros grupos al margen de la ley como el ELN, los paramilitares o el Clan de Golfo, por lo que nos podemos dar cuenta que se agudizó y que la mayor preocupación de todos los colombianos es que esto pareciera no tener final.
La falta de empeño de parte del gobierno nacional por cumplir a cabalidad este acuerdo y de empezar a tener un nuevo acuerdo con los grupos insurgentes que aún están presentes en el territorio es lo que ha desmotivado a muchos colombianos que se hacen a diario la misma pregunta: ¿Llegará un momento en donde la violencia en Colombia termine?, pues eso no lo tenemos tan seguro ya que en los últimos tiempos el narcotráfico ha retomado su fuerza y se debe tratar de terminar con este problema pero
sin más guerra sabiendo que las consecuencias de esta son devastadoras y solo dejan a Colombia sumida en más tristeza, dolor y sufrimiento.
Petro, aún entre críticas nos da la esperanza que tanto caracteriza al Colombiano, al asegurar que “La paz sería la piedra angular de su gobierno y que la ONU lo estaba apoyando” es aquí cuando nos podemos dar cuenta de la intención de materializar la paz, que esta será posible, lo cual se muestra reconfortante, pues las victimas tendrán una reparación por parte del estado y los desmovilizados, pese a que sabemos bien que las vidas no regresan y que el daño ya está hecho, pero mejorar las condiciones de paz y de violencia sería un buen avance para que nuestro país sea mejor.
¿Qué es lo que queremos los colombianos? Nuestro país merece una época de paz, reconciliación y calma entre ciudadanos y que los valores que caracterizan a nuestro territorio vuelvan y sean aquello que caracterice y defina a Colombia, dejando atrás tanta violencia y maltrato.
Elaborado por: Andrea Tobio Pertuz