“Me salvé de morir porque mi Dios es grande”: Rubén Darío Llanos, infectado por COVID-19
Rubén Darío Llanos Sarmiento es un líder social de Santo Tomás y quien labora en una farmacia en el municipio de Malambo. Por lo general es una persona que se preocupa porque en el municipio se hagan las cosas bien en el aspecto administrativo, ganándose el aprecio y apoyo de algunas, mientras que otros lo consideran una disociador, pero como lo dice él: “no es monedita de oro para todos”.
Esta persona fue víctima de la pandemia del coronavirus y como el lo manifiesta estuvo a las puertas de la muerte, por eso es enfático en señalar que se salvó porque Dios es grande y siempre lo protegió.
Desde el martes por la noche se encuentra en cuarentena en su residencia del barrio El Carmen de Santo Tomás, después de permanecer unos 10 días en la Clínica Reina Catalina de Baranoa, cinco de ellos en UCI.
“Hace 20 días noté que se me había perdido el olfato y el hambre, pero no le presté atención, pensando que era un resfriado, dos días después comencé a sentir malestar en el cuerpo, fiebre. En el puente anterior al que pasó en este fin de semana tuve exceso de agua en mi cuerpo y al día siguiente comencé a estornudar, pero casi enseguida tuve problemas en el sistema respiratorio. El miércoles hace 15 días se complicó mi salud, donde ya no podía respirar, llamo a la EPS y me dijeron que la prueba me la podían hacer a los tres días, fue cuando decidí internarme en la Clínica Reina Catalina de Baranoa, a la cual le agradezco mucho. Tenía en un 90% comprometido uno de los pulmones por lo que las posibilidades de vida eran escasas, pero respiraba sin ventilador. Al tercer día de estar en UCI me encomendé a Dios y fue así como vino la mejoría y por eso hoy estoy vivo de milagro. También noté que el pulmón estaba arrancando de nuevo y de ahí todo ha sido mejoría. El COVID-19 no es mentira, es una verdad, realidad, hay que cuidarse, acatar el distanciamiento, lavado de manos”, relató Llanos Sarmiento.
Dijo que se había infectado en el municipio de Malambo, por un descuido donde almorzaba o en los supermercados donde hacía las compras. “Ojalá esto sirva de experiencia, por lo que hoy está feliz de estar entre su familia y los amigos”, finalizó.