22 diciembre, 2024
Por Giancarlo Silva Gómez

En más de una conversación con amigos y con otras personas no tan amigas, hemos abordado sin cesar el dilema de los pocos planes que hay en Santo Tomás para el esparcimiento sin que medie el licor. Parece que, por una desventura o serendipia, estamos condenados a departir con alcohol en derredor o buscar alternativas en la capital, con los consabidos costos e incomodidades que trae consigo.

Sarna con gusto no pica.

Para información de la mayoría y recorderis para unos pocos, en el barrio de 20 de julio de Santo Tomás, hay una sala de teatro. Si, leyeron bien. Una sala de teatro.

Para poder escribir estas líneas hice una búsqueda en la red de otras salas parecidas a esta en municipios de sexta categoría como el nuestro y no encontré nada, lo que me hace pensar que son pocas en el país. Y con ello aumentó la motivación a sentar mi postura al respecto.

Tan encomiable logro se debe al trabajo pertinaz e incansable de Magín Pertuz, quien funge como fundador y director del colectivo cultural CORPORACIÓN ARTÍSTICA MARIO MORENO -CAMM-, cuyo esfuerzo se desarrolla con un equipo admirable y variopinto, que desde 1997 trabaja por traer el espectáculo de las tablas a nuestra población.

Se trata de una sala pequeña, apenas precisa para el público objetivo de un municipio de treinta mil y pico de habitantes, pero cuenta con una luminotécnica esmerada y un sonido de altísima calidad. Con un par de retoques e inversiones pequeñas, y que conserven el buen gusto y calidad de su idea inicial, puede ser una joya de la cultura tomasina. Solo a guisa de ayuda de memoria: en barranquilla, la gran capital pletórica de obras rimbombantes y quijotescas, no hay sala de teatro (el Amira sigue cerrado) y las puestas en escena se desarrollan en otros espacios no prensados o diseñados para ello. ¡de esa magnitud es el logro de Magín Pertuz y su corporación artística!

Y gracias al trabajo de este grupo de tomasinos admirables, son más de veinte ediciones de la semana de teatro de Santo Tomás, que se celebra en octubre y que ya es un referente cultural de la región, que desgraciadamente es más valorado por fuera de nuestros linderos que en el terruño.

Dicho esto, y con las dispensas de mis lectores, espero con estas humildes líneas motivarlos a formar parte de la comunidad cultural que tiene su asiento en esta sala de teatro y asistir, por lo menos una vez, una sola para romper la inercia, sin temor a convertirse en asiduos visitantes.

El pasado viernes 2 de junio fue la apertura de la temporada, denominada “Artistas a escena”, con una impecable presentación, plagada de una carga histriónica inmejorable, de tres actrices de la CAMM, presentando la obra “entre sombras”, una pieza sobre la muerte, vista desde poemas de Shakespeare, García Lorca y Neruda, aderezada con el alma de “¡No me esperen mañana!” de la poetisa tomasina Tatiana Guardiola.

Es un plan ameno y diferente, académico y cultural, formador y enriquecedor, familiar, en pareja o con amigos, y, sobre todo, barato, pues la entrada a la función es una donación de apenas tres mil pesitos. Con una sola cerveza que no te tomes apoyas el arte y la cultura de Santo Tomás.

Termino, y me perdonan la repetidera, felicitando al CAMM y en especial a su director Magín Pertuz, sin lugar a dudas un rara avis in Terris, por su insondable y sempiterna labor, y por poner el nombre de Santo Tomás en lo más alto de la cultura del departamento de Atlántico. ¡todos al teatro!

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