’25 años tocando vidas’, el libro de la Banda de Baranoa
Las anécdotas, experiencias y aventuras musicales de la Banda Departamental de Baranoa quedarán inmortalizadas en la obra ‘25 años tocando vidas’, una publicación de la Gobernación del Atlántico para conmemorar cinco lustros de la banda como referente cultural en el departamento.
“Este año, la Banda de Baranoa nos ha demostrado que sabe adaptarse a las circunstancias. Siguieron con sus conciertos virtuales, retomaron ensayos con protocolos de bioseguridad y su música ha sido nuestra mejor medicina durante la pandemia. Este libro es una invitación para salir de nuestra zona de confort, ya que sus protagonistas nos han enseñado que nunca se detienen”, explicó la gobernadora, Elsa Noguera, durante la presentación de la publicación.
En el Cubo de Cristal, en la Plaza de la Paz, se hicieron presentes algunos protagonistas del libro, entre músicos, vocalistas, egresados y personajes que han marcado la historia de la banda. Uno de ellos es Freddy Ricardo Durán, de 13 años, diagnosticado con síndrome de Asperger, lo cual no ha sido impedimento para soñar en grande con la banda.
“Aquí aprendí a leer y escribir. Desde que me aceptaron aprendí que todo lo que suena es música: el aire, el agua, cada gota que cae. ¡Es un sueño estar aquí!”, contó emocionado Freddy, quien llegó a la banda luego de escaparse de una misa en la Iglesia Santa Ana, en Baranoa. “Ni con todo el dinero del mundo podemos pagar lo que aquí han hecho por Freddy”, se lee en uno de los capítulos del libro, en la voz de su madre Diana Consuegra.
¡De la marcha al ritmo!
Los inicios de la Banda de Baranoa fueron marciales. Un proyecto inspirado en el legado de Nicolasa Manotas, docente y abogada sabanalarguera, quien se desempeñaba como directora de la Banda de Guerra del Colegio Popular Zoraya Martínez Manotas. Al son del redoblante mayor, Hilton Escobar dio sus primeros pasos en el proceso que, en 1995, daría paso a la banda que hoy dirige y que enorgullece a los atlanticenses.
Con 25 pasajeros a bordo y con Daniel Ortega como copiloto y director musical, se empezaron a dar pasos gigantescos en la evolución artística. “Las lecciones de la seño ‘Nico’ fueron fundamentales para este sueño, basado en su disciplina, su pasión y su vocación. Aquí cumplimos un reglamento al pie de la letra: acompañamos a los niños y jóvenes en su formación, nos convertimos en sus segundos padres y cumplimos medidas de seguridad y cuidado en cada viaje que emprendemos juntos”, explicó Hilton Escobar.
Para que este viaje aterrice en múltiples destinos alrededor del mundo, ha sido clave el apoyo de la Gobernación del Atlántico que, en su plan de gobierno, ha adoptado a la Banda de Baranoa como un semillero de artistas provenientes de todos los rincones del departamento.
“Aquí se forman los ciudadanos del hoy y del mañana. La Banda de Baranoa es considerada patrimonio musical del departamento porque lleva nuestros ritmos, nuestro folclor y nuestra alegría atlanticense a cada escenario que visita a nivel nacional e internacional. Su puesta en escena, sus colores y sus ensambles son la muestra viva de la riqueza cultural del Atlántico”, dijo la secretaria de Cultura y Patrimonio, Marcela Dávila.
Con crónicas, anécdotas y remembranzas de periodistas, celebridades y artistas, esta obra se consolida como la memoria histórica de la Banda de Baranoa en sus 25 años de existencia, recorriendo el mundo con lo mejor de su repertorio. Esta vez, desde casa, sus integrantes se adaptan a nuevos escenarios con protocolos de bioseguridad para seguir compartiéndonos su música desde la virtualidad. Una banda que nunca se detiene.